Siento 27 de julio, suena la alarma, me levanto, con un embudo de sentimientos porque, madrugo y no es por los que quiero, mí pasión y lo que llevo dentro. Que es usar mi bicicleta he ido muy lejos, recorriendo pueblos, y esforzarme en cada momento.
Hoy madrugo porque llegó el momento de empezar el primer día de mi último paso en este proceso de de sacar el título, porque maestro ya me siento, ya llevo muchos años dando mi conocimiento en diferentes aspectos, pero el 27 de julio me arreglo para comenzar algo nuevo. Siento la 6 de la mañana arreglado me encuentro saliendo de mi hogar al banco de alimentos.
Salgo con tiempo, lo cual ya es algo nuevo, siendo un ciclista que cuadra sus tiempos como si fuera en bici en todo momento. a las seis y veinte , me dispongo de usar el método de transporte más acorde que me lleve a tiempo, en miento repito A127, Germania una y otra vez, pues la ruta que debo coger y en afán por llegar tomó el A129, Germania pues digo eso será igual, pues que equivocado estaba pues tu destino es el mismo pero no el camino, siendo 6:30 de la mañana volviendo a mi estado natural apurado por llegar me dispongo a caminar hasta el lugar que debo para tomar el bus correcto.
En todo ese tiempo no me detuve a pensar lo que se venía solo cuando baje del bus y caminando a la puerta mi mente se puso a dimensionar josé ya estar en la ultima practica, te la tienes que gozar y esforzar, llegando al lugar pienso !guau¡ qué lugar tan grande y no saber que existe ahí, sin entrar y ver el número de camiones, hay mucha gente detrás pero luego de doy cuenta que no es ni la mitad, y más que eso, es que falta aún más, de entrada no contextualizan nos mostrar un poco de lo que es y para que esta el Banco, de la problemática que pocos de los que estamos sentados ahí ese día padecemos, HAMBRE, algo que decimos 1 o 3 veces en un día aún sabiendo que ya tenemos alimento en nuestro cuerpo, solo puedo agradecer por lo que tengo en ese momento, poniendo algo de humor seguimos, sin ser las 8 ya he pensado en mí, en mi familia, en la ciudad, en Colombia y en lo que hago o no hago para cambiar mi realidad, pasamos a lavarnos la manos para poner un grano de arena para frenar esa realidad que vive más de un colombiano que no tiene ni para un pan.
Entre juegos, y risas comenzamos a pecar mercados para llevar, todo se pesa se cuenta se clasificar pues por mas que sea para ayudar hay que regular, pará que a todos pueda llegar esa ayuda, nos sorprende la cantidad de comida que se mueve en esas paredes y la cantidad de gente que llega ayudar, desde militares a estudiantes desde niños hasta adultos mayores. terminado de empacar los mercados, salimos con esa sensación de que hicimos algo pero no es nada para este mar de realidad que nos impacta, eso que solo es el primer día de la práctica.
Me encanto ¡
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, fue impactante el primer día. Sobre todo esa sensación extraña de al final de que sentiste que ayudaste, pero a la vez que falta mucho por hacer por este grande problema social del hambre y la pobreza que muchos hemos ignorado por tanto tiempo.
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