Ir al contenido principal

Crónica 2 - Suspicious, Suspicious...

Cada vez que se da inicio a algo siempre hay un murmullo ensordecedor con comentarios, opiniones y vivencias externas sobre lo que le pude esperar a uno en algún lugar.

Y, en el caso de la introducción de Ciudad Bolívar no fue la excepción.

No habían pasado ni dos minutos cuando los comentarios no se hicieron esperar, las críticas, preocupación e incluso negativas sobre el contexto llegaron una tras otra sin dar espacio para poder respirar.

Llega a ser abrumador, escuchar tantas opiniones negativas sobre un mismo sitio, y lo más curioso de esas mismas es que vienen por parte de personas que jamás han estado allí. Lo entiendo, hay noticias y muchos encabezados de las nuevas que se centran en esa localidad en particular, pero el foco está en lo malo, no en quienes hacen cosas buenas en esos espacios, no en quienes ayudan a quienes no conocen a sentirse seguros allí, no a quienes lo hacen a uno sentir cómodo en dónde está así sean desconocidos.

Desde cuando llevamos escuchando cosas malas de este sitio, cosas acerca de la ayuda y cambio que necesita el lugar, pero cuantos años pasan y seguimos escuchando las mismas negativas respecto a ciudad bolívar y aún no ha cambiado nada.

Es un poco duro conocer todas las perspectivas y enfrentarse a la realidad de la localidad, pero más que decir si algo es verdad o es falso me enfocaría en decir que lo que le hace falta a ese sitio es visibilización, ayuda, compromiso por parte de quienes van a allá de creer que si se puede realizar un cambio, que si se puede mejorar.

Así que con mi pelea interior sobre todo lo escuchado y que faltaba por escuchar, tratando de convencerme que las cosas no siempre son lo peor, agarro el primer transporte para llegar al lugar citado, la Vicaría de Ciudad Bolívar.

Durante todo el trayecto note dos cosas, la primera lo grande que es Bogotá y la segunda que cuando uno crea que ya termino de conocer algo siempre llegará algo más, y ese algo más en esta ocasión es el TransMiCable.


Es subida, fue bastante espectacular. Fue la primera vez que tuve el acercamiento a ese tipo de transporte y, como siempre el trayecto es de alrededor 20 minutos, puedes apreciar una panorámica que te deja sin palabras.
Cada color que tienen las casas, la estructura, como están organizadas, los murales que tienen algunas y los dibujos que muestran otras en sus tejados, ves los locales y uno que otro colegio situado que te deja cierta incógnita al verlo tan vacío, pero el tramo sigue y cada vez que avanza hay más por ver, más por conocer.


Cuando ya pudimos llegar a conocer el espacio que nos iba a prestar la parroquia San Marcos para realizar las diferentes intervenciones el mayor impacto fueron los alrededores de la zona, porque por esos espacios se localizan – por lo menos – tres distribuidores de microtráfico, y una al ver eso enseguida piensa en los niños, en ¿Cómo se desenvuelven ellos allí?, ¿Cómo harían para llegar?, ¿Qué podríamos proponer para que eso no terminara en un problema para nadie?, entre otras preguntas.

Además, estaba el reto de la convocatoria, no solo de cómo realizarla sino cómo mostrarle a las personas que se encuentran en el barrio que lo que proponemos era enserio, no de que decíamos que íbamos y no iba nadie (como nos comentaba uno de los padres de familia acerca de quienes habían dicho que irían allí), cómo hacer que lo que lleváramos al territorio fuese cercano y útil para ellos, para su cotidiano, pero más allá, cómo pensar las experiencias de una manera que ellos mismos la sintieran importantes y quedaran con ganas de venir otros días.

Así que llegamos al primer sábado de actividades en acción, sábado 19 de Agosto.

No voy a mentir, iba un poco desanimada porque se nos había informado que solamente tendríamos a dos pequeños, pero aun así trate lo mejor de ir con toda y hacer el máximo esfuerzo para que decidieran seguir viniendo a pasar un poco de sus mañanas los sábados con nosotros.

Y, contra todo pronóstico, ese día conocimos a los seis – fabulosos – primeros niños que se tomaron la libertad de embarcarse con nosotros en las diferentes vivencias que podremos tener de aquí hasta que llegue noviembre.

Nicole, Jean Paul, Talía, Luz, Juan Pablo, Shadday Sofía, Melanie, Breiner y Ángel, son los niños, niñas y adolescentes que nos han acompañado en este recorrido por el momento y nos han permitido conocerlos poquito a poquito a través de los diferentes momentos de conexión que hemos tenido, me quedaría hablando de ellos y encantada les presentaría a cada uno, pero cada uno de ellos merece su propio espacio en el blog, así que… 
¡Hasta una próxima entrada!

                                                                                                                           -A.g.-

Comentarios

  1. De acuerdo con el terror que los medios promueven de ciudad bolívar, ha sido muy interesante comparar lo que dicen estos medios con lo que dicen las personas mismas que viven en esta localidad. Si bien hay zonas densas por pandillas, nuestro Barrio no es el caso; y a pesar del micro trafico, estoy de acuerdo con lo que nos decía el padre Paulo y el tendero don Orlando de que la gente poco a poco ya nos conoce (y que por ende es cada vez mas improbable que nos hagan algo malo).

    ResponderEliminar

  2. Darse la oportunidad de traspasar los propios miedos y prejuicios para conocer un territorio y su gente, mirándolos a los ojos, escuchándolos, permite salirnos de las generalizaciones para poder empatizar y reconocer las posibilidades en medio de las dificultades y carencias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Crónica 3 - Meet... 'The Who'

Proceso del proyecto de la practica social, visto en su totalidad

  Comenzando la practica opté, con mi grupo de la parroquia San Marcos , por enfocarme en responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo desarrollar espacios de integración, habilidades sociales y académicas en contextos de vulnerabilidad? Y exploraríamos las posibles respuestas a esta, a través del pensar un proyecto donde los niños del barrio Bella Flor puedan desarrollar todas las habilidades mencionadas mediante espacios lúdicos-recreativos. Para ello, nos propusimos las siguientes metas especificas: •      Id e n ti f i ca r l a s n e c e s i d a d e s y gu s t os de l os n i ños d e l b a rr i o B el l a F l or p a r a for m u l a r e xp e r ie n c i a s que e s té n li g a d a s a s u c on te x t o y t r a z a d a s por s us i n te r e s e s . •     Br i nd a r h e rr a m i e n ta s que le s p e r m ita n a l o s n i ños d e s a rro lla r i n te r e s e s p e r s on ale s me d ia n t e l a e xp l o r a c i ón y a prov e c h a m ie n t o de s u tiem po

Crónica 3: conociendo a la comunidad

A lo largo de mi practica en el barrio de Bella Flor he llegado a conocer no solo a algunos niños, sino también a adultos que nos apoyan con lo que hacemos en este contexto. Si bien con los que dirigen la parroquia como el Padre Paulo o la secretaria de la vicaria Diana no he podido interactuar mucho, con el catequista y padre de familia Orlando he recibido un apoyo constante y significativo a lo largo de toda la práctica: brindándonos las llaves de las instalaciones, el refrigerio, el agua, botiquín y demás cosas que necesitamos para nuestros espacios con los niños; es alguien que toca la guitarra, compone canciones, ve un gran futuro para los niños del barrio,   apoya a sus hijos universitarios y se le nota el cariño que le tiene su hija menor a él. Quizás en ultima instancia dependa de él si este proyecto de los clubes continua después de nosotros. Por otro lado, a continuación haré una breve descripción de los niños que he podido conocer bien desde que empezamos la impleme